En el último año, hemos sido testigos de varios casos de abuso, pero queremos detenernos en el más bullado del último tiempo, en el que el abusador sexual de menores es superado en peligrosidad por un tercero. No cualquier tercero, sino un Senador de la República. 

Basta de abuso, las niñas no se tocan.

En el caso de abuso sexual de más alta connotación pública del último tiempo, el hijo del hoy condenado abusador, en vez de esconderse por la vergüenza, ha decidido cuestionar públicamente a las víctimas por probar los delitos del padre. Se apuró en cuestionar al Poder Judicial y el proceso en que él participó, declarando en contra de las víctimas, llegando a decir de una ellas que se trataba de una «niña agrandada». Esa es su visión valórica: defender al pedófilo y agredir a las niñas de las que abusó. Paradójicamente, el mismo Senador y el sector que él representa, legislan en contra del derecho al aborto, la educación sexual integral (ESI), y otros derechos reconocidos internacionalmente, rebajando su discusión a lo que ellos llaman “agenda valórica” e imponiendo su trastocada escala.

Nos tocan a una, nos tocan a todas.

Con las Amigas y en la casa, al igual que todas las organizaciones feministas a lo largo del territorio, hemos seguido el proceso que, a día de hoy, tiene varias aristas; remitirnos sólo a los horribles hechos que lo originan es tan revictimizante para las niñas como lo han sido el agresor y su familia. No obstante, nos parece importante y necesario discutirlo. Conversamos con algunas acompañantes de Con las Amigas y en la casa en torno a las implicancias del abordaje judicial, comunicacional y político. Aquí compartimos algunas de las reflexiones.

– Más allá de que como feministas nos posicionamos en defensa de niñas y mujeres ante toda violencia patriarcal, ¿por qué crees que casos como este nos hacen salir a todas juntas a la calle?

-Noelia, acompañante de Con las Amigas:  “Cuando sabemos que una niña es víctima de abuso sexual, el dolor es colectivo. Nos pasa a todas que nos vemos reflejadas. Si escuchamos los relatos de nuestras amigas y recordamos nuestros primeros traumas, el escenario es claro: las niñas de antes y las de ahora estuvieron y están en peligro de sufrir acoso sexual, abuso y violación. Y obviamente, porque también la ética feminista es posicionarse en contra de todas las violencias y a estar del lado de las víctimas.  El sistema judicial es un pilar de sostén del patriarcado y esta vez lo volvió a demostrar al no determinar como un peligro para la sociedad a un imputado y luego condenado por abuso sexual de menores solo por ser parte del poder.

Las Tesis no exageraban ni decían al voleo que «el Patriarcado es un juez que nos juzga por nacer». En los únicos delitos en los que las víctimas son puestas en el sillón de las acusadas, incluso más que sus victimarios, es en los delitos de abuso sexual (y otros de violencia patriarcal). 

-En casos de violencia sexual contra niñas, es dificil escapar al horro, pero ¿crees que es posible rescatar algo positivo en cuanto a la cobertura por parte de medios y seguimiento de las organizaciones sociales al caso?

Paz, acompañante de Con las Amigas: “Creo que la exposición sobre este caso ha permitido que se instale la conversación en espacios donde habitualmente no se habla de las violencias que viven las niñas y mujeres. La cobertura de los medios de comunicación masivos, y todavía más de las organizaciones ha puesto el tema del abuso sexual infantil (ASI), en las mesas de las casas. Esto es central, porque sabemos que la mayoría de los abusos sexuales a niñas y niños, ocurre en los entornos familiares directos y extendidos (según Corporación miles el 93% de los agresores sexuales son conocidos por las víctimas). Que el abuso sexual infantil cope, al menos por unas semanas, la agenda comunicacional, hace reflexionar colectivamente sobre la justicia en casos de ASI y obliga a tomar una posición clara al respecto. Eso es lo que muy entre comillas podría rescatar.”

Noelia:La cobertura que se le dio al caso fue – en gran medida- gracias al ruido que fue capaz de hacer el movimiento feminista en las protestas callejeras que se dieron durante las últimas semanas. Lamentablemente, para los defensores de pedófilos y pederastas, los dichos (y sobre todo omisiones) de las alas más conservadoras, y del hijo del abusador sexual de menores, no hicieron más que avivar la rabia colectiva que provoca la injusticia.”

Las barricadas no siempre las encendemos nosotras; a veces los poderes, a través de leyes que pormenorizan las violencias que sufrimos, jueces que aplican criterios de minimización de esas violencias a la hora de sancionar, medios que difunden –impunemente– retorcidas agresiones a las víctimas, son los que incendian todo. 

Niñas, no madres.

-¿Por qué resulta tan importante hablar del abuso sexual infantil (ASI), también desde organizaciones feministas que, en rigor, trabajan en torno al aborto y otros derechos sexuales?

-Noelia: “Es crucial seguir dando mensajes claros a las niñas y las mujeres: ¡nosotras si les creemos! El abuso sexual infantil existe, y no puede ser llamado ‘affaire’, como si se tratara de un caso cualquiera, estamos hablando de pedofilia. Además, cuando el abuso sexual es sistemático e impune, las probabilidades de que escale a violaciones reiteradas, son altísimas, tanto como que desde allí surja un embarazo. Aquello condena a las niñas a perpetuar círculos de violencia, a abandonar sus autonomías y libertades, y a sufrir de manera permanente un gravísimo e irreparable daño a su salud y a sus vidas. Las feministas aborteras -las menos queridas de las feministas- defenderemos siempre el derecho humano de las niñas, a vivir sus infancias como niñas, y asimismo el derecho humano a interrumpir una gestación no deseada y producto de la violencia. Gestaciones que las dañan física y emocionalmente, muchas veces, ni siquiera logran comprender.”

Paz: “Otro aspecto importante de hablar de abuso sexual infantil, de pedofilia, en todas partes y desde todas las organizaciones feministas es que así se inicia el camino a la prevención.  Poner en discusión que el abuso sexual infantil existe, y hay que visibilizarlo. Mostrar que estamos atentas al quehacer de las instituciones y sus representantes, en cuanto a lo legal, político-legislativo, educativo y cultural, porque es la única forma de prevenir, y eso es lo que nos mueve.” 

Ante todo somos acompañantes

Las acompañantes queremos a los abusadores y violadores en la cárcel porque constituyen un peligro para la vida de las niñas y de las mujeres. También queremos fuera de cargos públicos a quienes los defienden y protegen, porque mientras hablan de valores y libertades, legislan para asegurar la impunidad de abusos sexuales y restringir los derechos y libertades de las víctimas.  

Desde Con las Amigas y en la casa, acompañamos el camino de muchas víctimas de violencia sexual, forzadas a callar y no denunciar para protegerse de los castigos por ser víctimas y buscar justicia. Cuidamos de ellas y respetamos sus silencios. Por eso aprovecharemos la visibilidad de este caso, para hablar de abuso sexual infantil, del horror que representa, y de la indefensión y soledad que viven las víctimas. Acompañamos también a quienes denuncian y gritaremos en las calles, fuertemente, una y otra vez, que siempre les vamos a creer. 

Con las Amigas y en la Casa. Agosto 2024.